Views: 244
¡Qué calle como la de Carretero para estar en el corazón de Getsemaní! No solo porque desemboca en la plaza de la Trinidad, sino por los vecinos y personajes que la habitaron antes y quienes aún viven allí: Doña Olga Hurtado, la familia Caballero, las Vitola de toda la vida. Queda aún sabor del barrio viejo y de la buena vecindad que se experimentaba cada día.
En la pura esquina con la Trinidad, donde hoy queda Demente, hace muchísimo tiempo componían máquinas de coser. Después allí mismo vivieron la recordada señora Marcia y sus hermanos: uno que no hablaba, pero que se sentaba en la entrada y les daba pellizcos a los muchachos que pasaban la puerta; el otro, que llegaba con su bolsa de pan al regresar del trabajo cuando estaba cayendo la tarde. Y así, casa por casa, historias y más historias: la del Suzuki amarillo parqueado frente a la casa de los hermanos Escandón, que lo movían tan poco que hasta parecía parte de la calle. Tenía árboles frutales a los que todos los muchachos le metían mano.
CALLE DEL CARRETERO
¡Qué calle como la de Carretero para estar en el corazón de Getsemaní! No solo porque desemboca en la plaza de la Trinidad, sino por los vecinos y personajes que la habitaron antes y quienes aún viven allí: Doña Olga Hurtado, la familia Caballero, las Vitola de toda la vida. Queda aún sabor del barrio viejo y de la buena vecindad que se experimentaba cada día.
LUCES, CAMARA… GETSEMANÍ
Ver rodar cine y producciones audiovisuales en Getsemaní se ha vuelto una imagen recurrente. La relación del barrio con el cine ha sido muy fuerte porque desde el comienzo aquí estuvieron los grandes teatros de la ciudad y varias generaciones crecieron viendo cine cada noche. Ahora, la relación ha cambiado: el barrio se ha vuelto protagonista, no solo espectador. Ya no hay una sola sala de cine en el barrio, pero cada rato se ven cámaras, actores y productores en sus calles.
MIGUEL CABALLERO:EN PRIMERA PERSONA
Miguel es y ha sido líder; cofundador y gestor de Gimaní Cultural y otras iniciativas; economista y negociante; mediador y articulador social; padre y abuelo; estudioso de muchos temas en general y del barrio, en particular; también el fotógrafo más sistemático de Getsemaní y sus tradiciones.
LAS VITOLA: MARQUESAS DE LA CALLE CARRETERO
Su trono es el pretil de la casa, en la esquina con la calle del Espíritu Santo, el mismo donde su esposo y padre, el inolvidable Mario Vitola se sentaba cada tarde a echarles cuentos de pescadores y espantos a los muchachos del barrio.
LAS VIVANDERAS
¿Querías tener en tu casa productos importados como los perfumes Agua de Farina o Pino Verde? ¿Vaporub, Menticol del rojo? ¿Qué tal whisky Ballantine’s o White Horse y cigarrillos Paxton, Lucky o Kent? En Getsemaní seguro tenías una vecina que te los vendía a buen precio y a crédito. Y si te hacía falta, te vendía las telas para el vestido y hasta la peluca.
ESCUELA DE OFICIOS HOTELEROS Y TURÍSTICOS, LA APUESTA POR UNA CARTAGENA MÁS COMPETITIVA
Pocas iniciativas de formación turística en este territorio icónico y cultural se han pensado más allá de sus mares, y si bien las hermosas playas y los emblemáticos sitios turísticos de Cartagena atraen a los turistas, su oferta hotelera, la atención brindada y la buena gastronomía del lugar los invita a quedarse y a volver.
SALÓN DE BAILE LA ESTRELLA ROJA
Popular en Cartagena entre los años 30 y 50, aquí se escuchaban boleros, música tropical y porros (género musical colombiano). En 1951, tras haber presumiblemente bailado más de una vez en este salón, Gabriel García Márquez abordó en una columna de El Heraldo la temática de las parejas de baile y criticó las normas machistas de la época.
Hablar de la calle del Arsenal necesariamente es hablar del puerto, del apostadero, del playón, de la muralla, del mercado público y tantas otras cosas (...)
De la calle Larga se puede escribir un libro entero. Tiene más de cuatro siglos de historia y junto con la calle de la Media Luna fueron la base del trazado de calles de Getsemaní (...)
La calle de San Juan Evangelista es una de las pocas que aún mantiene su nombre colonial. Cuando la pavimentaron, hacia 1967, encontraron muchas piezas como armas y balines en los trabajos de excavación (...)
Un recuerdo en un aroma. Así rememoran los de más edad en el barrio a la calle San Antonio: los carros de balines que salían desde las cuatro de la mañana de la Panadería Imperial para surtir en tantos sitios de la ciudad (...)
Sobre el nombre de la calle hay claridad: al final, cerca de la bahía de las Ánimas, estaba la aguada de la Marina (...)
Su nombre completo es calle de Nuestra Señora de las Palmas Benditas porque, según se dice, sus primeros residentes eran muy devotos de esa advocación de la Virgen María (...)
Se dice que en la época de la Colonia los pescadores dejaban sus chancletas mojadas en la acera secando al sol mientras trabajaban (...)
La calle del Pozo tiene casi tanta historia como el barrio. De su plazoleta salieron los lanceros hacia el centro en 1811 para inclinar la balanza a favor de declarar la independencia total de España (...)
Una de las calles con el mayor número de residentes por metro cuadrado, aquí se vive como ninguna otra la vida de barrio (...)
Junto con el callejón Angosto se cuentan entre las cuadras con mayor vida de barrio en Getsemaní (...)
¡Qué calle como la de Carretero para estar en el corazón de Getsemaní! No solo porque desemboca en la plaza de la Trinidad, sino por los vecinos y personajes que la habitaron antes y quienes aún viven allí (...)
Del nombre poco se sabe. Viene de la Colonia y los vestigios apuntan a la región de León, en la actual España (...)
El origen de esta calle data de 1603, cuando la Orden de San Juan de Dios creó un hospital que llamó del Espíritu Santo, en terrenos aledaños a la actual Ermita de San Roque (...)
Hablar de la Calle de la Media Luna es situarnos en un referente por excelencia que tiene el barrio Getsemaní (...)
Hay que comenzar corrigiendo un equívoco: no es calle del Guerrero, sino calle de Guerrero (...)
Sobre esta calle ha gravitado la presencia de la Obra Pía, construida entre 1640 y 1650, que ocupa buena parte de la manzana y cuyo frente da a la calle de la Media Luna (...)
Esta calle corta tiene una historia muy larga. De ser una de las calles menos valoradas, pasó a ser un gran núcleo de vecindad y ahora, un eje de comercio y tránsito entre el Centro y el resto de Getsemaní (...)
Es de las pocas que aún mantiene nombre de origen católico, como lo tuvieron en su origen casi todas las calles y sitios de referencia en las ciudades fundadas por españoles (...)
Ambas calles han tenido diversos nombres, casi todos más usuales o ‘formales’, para decirlo de alguna manera. Pero los que han sobrevivido son los populares, que quizás son señas de un origen modesto. (...)
Popularmente, también le decían la calle de los Chivos, porque no faltaba que uno dijera algo o le pasara algo a un vecino y todos salieran a defenderlo (...)
Sobre el origen de su nombre no hay consenso. Sierpe significa “serpiente” en español antiguo y es de las pocas calles que ha mantenido su nombre original desde la Colonia (...)
En la Calle de las Tortugas las casas estaban pegadas al Caño de San Anastasio. Sus habitantes ponían estacas de mangle con las que mantenían confinadas las tortugas de cuatro especies, que los pescadores traían de otros lados por el Caño Juan Angola (...)
Muchos recuerdan que allí fue instalado originalmente el monumento a las Botas Viejas. Hoy es el lugar donde se juega la bola de trapo, el deporte por tradición del barrio.
El nombre de Plaza de la Trinidad le fue atribuido desde 1643, año en que la iglesia fue terminada de construir.
Fuente: (NotiCartagena)
Su concepción obedece a un parque de tipo francés; con forma cuasi cuadrangular, el parque está ceñido por una reja perimetral y ocho entradas decoradas con un arco.
Fuente: (Universal)
La llegada del Hotel San Francisco, operado por Four Seasons, le permite a Getsemaní abrirse al turismo de lujo, elevando el nombre de Cartagena como destino turístico de talla mundial.
Fuente: (Iriante, 2022)
Esta plaza era el lugar donde el pueblo se reunía a celebrar las fiestas populares, en las cuales se usaban carrozas y desfilaban las muchachas más bellas.
Fuente: NotiCartagena
Las dos calles que bordean el parque Centenario entre la Media Luna y el antiguo hotel San Felipe tienen muchas historias por contar. Hoy son una avenida y, el lado del parque, un parqueadero informal y una estación de taxis.(...)
El Centro de Convenciones Cartagena de Indias, surge como un proyecto del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo en 1978, como mecanismo para generar polos de desarrollo regional mediante la realización de actividades de amplia convocatoria, como congresos, eventos y convenciones. Fue diseñado por la firma Esguerra, Sáenz y Samper Ltda. y construido por la firma cartagenera Civilco.
Fuente: Centro de Convenciones - Cartagena de Indias
Fue el último flanco que se cerró del barrio. Hace tan poco que muchos getsemanicenses lo recuerdan como el campo de béisbol y fútbol de su infancia. (...)